Todavía no sabemos si las predicciones de los wearables se cumplirán, pero si podemos asegurar que toda la industria está deseosa de que este mercado funcione. No hay más que ver los lanzamientos en las ferias, los últimos anuncios de grandes como Apple o el optimismo de los proveedores para darse cuenta de que las ansias son cada vez mayores.
Juniper Networks asegura que este año el negocio de wearables acabará ingresando 4.500 millones de dólares. Una cifra que irá creciendo hasta los 53.200 millones de dólares que se esperan para 2019. Una previsión que aumenta frente a otras debido a la popularidad que va adquiriendo el sector. Cifras nada desdeñables que superan el volumen de ingresos de nicho como el software de almacenamiento. Ahí es poco.
La industria también cuenta con ese optimismo ante este mercado recién nacido. Los proveedores de marcas como LG o Samsung ven con optimismo la demanda de relojes inteligentes para este año. En este sentido, IDC espera que este año se alcancen los 19 millones de unidades vendidas y para 2018 la cifra alcance los 118 millones.
Por el momento…
Aunque todas las previsiones son muy optimistas, ¿Cómo está la situación actual de los wearables? ¿Están respondiendo los consumidores, los verdaderos motores de un mercado?
Por el momento, en el primer semestre se vendieron 6 millones de wearables. Un buen número de dispositivos pero que todavía están lejos de llegar a los ratios propuestos por las consultoras pero que va por buen camino, sobre todo, teniendo en cuenta que los modelos ya en el mercado tienen unos precios no aptos para todos los bolsillos.
De hecho, el fenómeno wearable está siendo tal que muchos vendedores se han apuntado ya a la moda. Amazon o eBay ya han dispuesto zonas especiales para la venta de estos dispositivos. Un hecho que puede dar que pensar a otras tiendas y demuestran que el ímpetu de venta de los grandes empieza a funcionar.