Después de ver el batallón de relojes inteligentes que nos dejó el IFA y unos días después, Apple, podemos decir que los smartwatch van a dar mucho que hablar. Sin embargo, no van a ser los únicos. La evolución de la inteligencia aplicada a productos ha llegado a la moda. Vestidos solares o chaquetas con detectores de luces son ya realidad.
Podríamos catalogar a estos productos entre los wearables más extravagantes que hemos encontrado pero no son más que otro síntoma de lo que podría ser una tendencia de futuro: ropa inteligente capaz de ayudarnos a andar por una calle oscura o darnos información adicional. ¿Una oportunidad de negocio futura?.
Pasos hacía la ropa inteligente
El diseñador holandés, Pauline van Dongen ha creado varios wearables que enlazan totalmente la moda con la tecnología. Unos proyectos que demuestran que se pueden hacer muchas cosas entre dos sectores que, a priori, no tienen nada que ver.
En 2013 lanzó una chaqueta que aprovechaba la luz solar para cargar electricidad. Esta chaqueta incluía 48 celdas solares rígidas y 72 flexibles para permitir que los usuarios puedan moverse con la ropa puesta. El diseñador asegura que con una hora de carga solar, es posible cargar la mitad de la batería de un smartphone.
La última novedad del artista de moda holandés ha sido la creación de un chaqueta que permite con luces LED que se encendían por la noche para poder transitar por calles oscuras o utilizar una bicicleta minimizando peligros, por ejemplo.
La diseñadora Becca McCharen también presentó un sujetador con LED no apto para todos los bolsillos. El sujetador en cuestión cuesta 1.599 dólares. Un precio descabellado para cualquier usuario de pie pero no para artistas como Madonna o Beyonce que ya lo tienen. Y es ahí donde ha encontrado la diseñadora su negocio que asegura que es rentable.
Pero el diseño de ropa inteligente no es cuestión solo de diseñadores. Accenture e Intel anunciaron acuerdos de colaboración con MADE y Milk Studios, respectivamente para potenciar este mundo que solo cuenta con casos aislados de innovación.
La tecnología puede ayudar a la moda mucho más de lo que se puede pensar. La impresión 3D con prototipos de diseño que de otra manera serían inviables, ya lo ha demostrado. Además, no nos podemos olvidar de los accesorios wearables. Todo un universo a explorar.
