Un nuevo récord que marca la movilidad. Según cifras de IDC, durante el segundo trimestre del año se vendieron más de 301 millones de smartphones a nivel mundial. Un 25,3% más que en el mismo período del año anterior con un claro monopolio de Android e iOS que deja poco espacio para el resto de rivales.
Los sistemas operativos de Apple y Google están instalados en el 96% de los dispositivos inteligentes enviados. Concretamente, Android estuvo en 255 millones de smartphones mientras que iOS, pese a la caída del casi 13%, se quedó en 46 millones de unidades. A este respecto, Ramon Llamas, director de investigación del equipo de movilidad de IDC añade:
«Con muchos fabricantes enfocados en el nicho por debajo de los 200 dólares, Android es el gran aliado para entrar en los países emergentes. En este trimestre, el 59% de los smartphones con Android han estado por debajo de ese precio, haciéndolos muy atractivos. Además, Android One hace más sencillo aumentar los diseños por debajo de los 200 dólares.»
Pero quizás los más interesante del informe de IDC son las cuotas de mercado, según tipología de sistema operativo. Mientras Android es clave en la parte baja de la pirámide, en los smartphones de gama alta la batalla es totalmente ganada por Apple con su iOS. Windows Phone sigue un modelo similar al del sistema de Google pero con tan solo un 2,5% del mercado y algo más de 7 millones de unidades vendidas.
Así se vuelve a ratificar un trimestre más lo que ya sabíamos. Android sigue siendo líder indiscutible y un sistema operativo clave para entrar en el consumo de países emergentes. Por su parte, iOS cada vez es más importante en el mundo empresarial donde los presupuestos son más amplios y las necesidades más concretas.
Por supuesto, no nos olvidamos del hito trimestral conseguido. No es sencillo pasar la barrera de los 300 millones de smartphones vendidos lo que augura un nuevo año interesante para la movilidad donde quizás se sobrepasen los pronósticos realizados y los más de 1.000 millones de smartphones en 2013. Todo ello en un momento de estancamiento de la innovación pero no de la demanda.