Nintendo ha publicado resultados financieros del último trimestre con 72 millones de euros de pérdidas netas por la debilidad de las ventas de sus consolas de videojuegos.
Y ello a pesar del lanzamiento de un superventas como Mario Kart 8, un videojuego con críticas sobresalientes y bien acogido por el público pero que fue insuficiente para remontar el ejercicio.
Aún así, el lanzamiento del juego en mayo permitió triplicar las ventas de la consola de sobremesa Wii U en el trimestre, confirmando el buen hacer de Nintendo con juegos propios. Las 510.000 unidades de Wii U vendidas están muy por debajo de los números que presentan Sony y Microsoft con PS4 y Xbox One, confirmando que Wii U no repetirá los éxitos de la Wii, capaz de alcanzar el número uno en la anterior generación de consolas.
El problema para la firma sigue siendo el menor nivel hardware de la consola frente a la competencia y con ello el abandono de terceros estudios que no programan los grandes juegos multiplataforma para Wii U.
En cuanto a portátiles, la Nintendo 3DS sigie siendo la más vendida del mercado pero las ventas se siguen desplomando, el último trimestre un 41 por ciento de descenso interanual, por debajo del millón de unidades por primera vez en muchos años.
La reducción de venta de la consola portátil viene motivada principalmente por los cambios de hábito de usuarios con el auge del juego en movilidad y la gran expansión de smartphones y tablets.
Los analistas siguen apostando por un cambio de estrategia en Nintendo y el desarrollo de sus grandes juegos para las plataformas móviles como forma de compensar el descenso de ventas de portátiles.
