Mucho hemos hablado del showrooming; cómo está afectando a las tiendas más tradicionales y cómo es posible combatirlo o incluirlo en nuestra estrategia. Sin embargo, más allá de esta tendencia o justo al lado nos encontramos con el webrooming. Una práctica que adquiere fuerza día a día.
El webrooming es un término que define la práctica de buscar y descubrir nuevos productos por Internet que finalmente puede llegar a comprar de forma tradicional o por Internet. Una costumbre que va adquiriendo fuerza frente al showrooming o la tendencia de ver productos en tiendas físicas para comprarlos on-line.
Precisamente un estudio de Accenture nos habla del cambio de una tendencia a otra. La investigación lleva a cabo en varios países, entre ellos España, asegura que el 54% de los consumidores apuesta por el webrooming mientras que el 48% ha practicado el showrooming.
Comparando también estas dos tendencias opuestas, un estudio de Harris Interactive asegura que los consumidores que investigan por Internet suelen acabar gastando más – una media de 203 dólares- que los que comparan en las tiendas físicas desde su smartphone -175 dólares-.
Con estos datos, podemos sacar conclusiones interesantes: los usuarios tienen claro que Internet es una herramienta muy valiosa en sus compras. Tanto para comparar dentro de las tiendas como antes de llegar a ellas, es un hecho que los consumidores utilizan este medio para ir más allá.
Además, el webrooming demuestra que los usuarios demandan información on-line. Pese a que finalmente acaben comprando en un comercio físico, muchos acuden a Internet como primera vía -o segunda, en el caso del showrooming– para saber más sobre lo que quieran comprar.
Sin embargo, quizás el problema está justo al otro lado: el retail. Aunque algunos vendedores están plenamente inmersos en una estrategia on-line, todavía queda mucho recorrido para conseguir aunar ambos mundos. El fin último: la estrategia omnicanal, mucho más lejos aún.