Target Corp, la tercera cadena minorista más importante de Estados Unidos, ha anunciado la aceleración de un programa de 100 millones de dólares para adoptar el uso de tarjetas inteligentes con chips, una muestra de las necesidades de los minoristas para hacer frente a futuros ciberataques, explican expertos de seguridad.
Target sufrió recientemente un ciberataque que comprometió al menos 40 millones de tarjetas de crédito y débito, una de las vulneraciones de seguridad más graves que se recuerdan por su número y según se rumorea, por incluir el robo de números de identificación personal (PIN).
Entidades como JP Morgan Chase & Co y Santander Bank bajaron los límites de la cantidad de dinero que los consumidores pueden retirar de cajeros automáticos y gastar en tiendas. Una medida inusual que para los expertos de seguridad reflejó las preocupaciones de que los PIN cayeran efectivamente en manos de criminales.
El caso, además de provocar varias demandas contra Target y una investigación federal, afectó gravemente a la credibilidad de la compañía a pesar de los descuentos de precio y la promesa de mejorar la seguridad, algo que ha comenzado a hacer acelerando la actualización de su red de pagos al estándar más seguro de «chip y PIN» para comienzos de 2015, seis meses antes de su plan anterior.
Dicen los expertos en seguridad que los minoristas estadounidenses de Estados Unidos han estado tan centradas en reducir costos y expandirse en el segmento «on-line» durante la última década que no han gastado lo suficiente en tecnología para proteger los datos de los clientes. «Los minoristas deben asumir que siempre son un objetivo y son penetrados constantemente», explicó el vicepresidente de Verizon Enterprise Solutions.
«Está claro que las compañías necesitan hacer más que continuar cometiendo errores básicos», dijo la presidenta de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos sobre el caso Target. Se espera que el gasto total en seguridad de las minoristas alcance 36.340 millones de dólares en 2014.
