La tecnología Bluetooth, la señalización digital y los dispositivos móviles tendrán mucho que decir en la tienda del futuro. No es la primera vez que lo decimos pero si la primera que encontramos un gráfico que nos detalla cómo podrían ser los movimientos de los consumidores dentro de unos pocos años.
La imagen de la revista canadiense Profit es clara. El mundo estará interconectado en todas sus fases; desde que pasamos por delante del escaparate de un comercio hasta que salimos por la puerta pasando por los momentos de visualización de productos y pago de la compra.
El principal motor de este cambio será el smartphone. Con este dispositivo en todos los bolsillos y con un creciente uso, el mundo del retail cuenta con una importante arma para usar. Así, el terminal será el medio por el que el potencial cliente recibirá alertas al pasar por una tienda, haga su compra o reciba nuevas ofertas o descuentos.
Por supuesto, no será el único factor de cambio. El showrooming, del que ya hemos hablado, hará que la evolución del uso del móvil en las tiendas físicas se haga más importante. El objetivo será convertir a esos usuarios que vienen a ojear los productos en clientes. ¿Cómo? Ahí está el reto.
Tampoco nos olvidamos de la señalización digital, un mercado en pleno crecimiento. Los consumidores podrán utilizar estos paneles para complementar sus compras con otros productos o descubrir artículos interesantes una vez en el interior de la tienda.
En esta tienda del futuro, el dependiente se quedará en un segundo plano. No será necesario que los usuarios vayan a él para pagar o encontrar los productos. No obstante, su presencia en la tienda será clave como figura de asesoramiento y ayuda que le hará convertirse en un valor añadido para los más inexpertos.