La idea es que la impresión 3D ayude a Motorola a desarrollar smartphones personalizables donde se añadan y eliminen las funciones que el usuario quiere. Todo ello gracias a las partes modulares del dispositivo que podrían permitir, por ejemplo, quitar la antena inalámbrica para aumentar la autonomía del teléfono.
Jack Gold, analista de J. Gold Associates valora la propuesta de Motorola:
«Es fantástico, si quiero tener teléfono con la forma de la ciudad de Nueva York y alguien está dispuesto a pagar por ello».
No obstante, el mismo analista todavía considera que la tecnología no es suficientemente madura como para lanzar al mercado este tipo de dispositivo móvil. ¿Será así? ¿Qué te parece la iniciativa de Motorola con impresión 3D? ¿Puede ser una de las alternativa a este sector?