Al hablar de tipos de venta de soluciones de seguridad, nos encontramos con varias opciones: los socios de negocio u administradores de seguridad pueden elegir entre diferentes licencias de seguridad que van desde el pago por cada usuario, dispositivo o simplemente por el uso. Pero ¿Cuál es la que se ajusta a las necesidades de nuestros clientes?
Para profundizar en estas modalidades de venta de seguridad, vamos a analizar cada una de las fórmulas. Así podremos ver cómo podemos adaptarnos a las especificaciones de nuestros clientes con una seguridad completa, simplificada y de canal.
Licencia por usuario
Imaginemos una situación hipotética. Un empresario que cuenta con un smartphone desde el que gestiona los correo electrónicos cuando está de viaje, con un ordenador para la oficina y una tablet que utiliza en su casa para temas laborales. A todo ello le sumamos una estación de trabajo donde almacenar la información corporativa. Un panorama normal y lógico. Pero ¿Cómo gestionamos la seguridad en este entorno?
La idea más sencilla es apostar por una licencia de usuario para un caso similar al que proponemos. Teniendo en cuenta las características del empresario, su seguridad debe ser gestionada desde diferentes dispositivos por lo que contar con una solución que los abarque todos ayudará a mantener a raya las amenazas.
Licencia de pago por uso
Adaptamos el ejemplo con el que hemos comenzado a otra realidad también presente. Imaginemos que el empresario protagonista de la anterior historia utiliza su ordenador para prácticamente todas las gestiones corporativa. Sin embargo, en el mes de agosto tiene que acceder desde su smartphone desde su lugar de vacaciones para mantener al día su negocio. ¿Cómo actuamos en este caso?
La alternativa de venta más recurrente es la licencia de pago por uso. Esta opción todavía poco implantada entre los fabricantes de seguridad, ya está en algunos como Sophos. La propuesta permite pagar por usuario y mes de uso por las soluciones que realmente se utilizan. Una opción que ahorra costes y mantiene la seguridad.
Licencia por dispositivo
Volviendo al ejemplo anterior, vamos a ver una situación adaptada. El empresario de nuestra historia utiliza únicamente su ordenador corporativo para tramitar sus operaciones corporativas. Las aplicaciones y herramientas propias para su trabajo están en este equipo. ¿Qué solución le ofrecemos?
La venta más eficaz sería la licencia de seguridad por dispositivo. Sin embargo, en el mundo de la movilidad al que avanzamos, lo cierto es que encontrarnos con este panorama sea prácticamente imposible o bastante complicado. Es por ello que la licencia por dispositivo es cada vez menos usada y útil.
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