Intel ha actualizado oficialmente las especificaciones para certificar una máquina como Ultrabook confirmando que las pantallas táctiles serán uno de los requisitos obligatorios junto a las mejoras en diseño, autonomía, seguridad y rendimiento.
Intel actualiza de nuevo las especificaciones para la que será la tercera generación de los ordenadores portátiles ultraligeros y premium conocidos como Ultrabook. Requerimientos obligatorios establecidos por Intel a los fabricantes de equipos originales si quieren recibir subvenciones y asistencia en la cadena de suministro además de poder llevar el nombre de Ultrabook.
Junto al uso de la nueva generación de microprocesadores Haswell y de la mencionada tecnología táctil en sus pantallas, los nuevos ultrabooks exigen una unidad de almacenamiento sólido de al menos 16 Gbytes de capacidad de almacenamiento capaces de realizar transferencias secuenciales de al menos 80 Mbytes por segundo. Suponemos que la SSD de 16 GB podrá incluirse en un sistema híbrido con disco duro o como unidad única.
Otro de los apartados donde Intel incide en las especificaciones es el de la autonomía ya que los nuevos Ultrabooks deben responder en menos de tres segundos desde modos de reposo y su autonomía se tiene que extender más de siete días en espera, seis horas reproduciendo vídeo HD o cinco horas de autonomía estándar.
El gigante del chip también exige un chasis con espesor inferior a los 20 milímetros en Ultrabooks con pantallas de 13,3 pulgadas o inferior y menos de 23 milímetros en equipos con pantalla de 14 pulgadas o superior. Los ultrabooks con Haswell también deben incluir un módulo Wi-Fi 802.11n + Intel WiDi, una solución de seguridad que puede ser el Defender de Windows 8, además del Intel Anti-Theft y la tecnología de la firma de protección de identidad.