La idea es aplicar un impuesto sobre los retailers que vendan por Internet en estados donde no tienen otro tipo de presencia. Hasta ahora, los vendedores solo tenían que pagar una tasa en los lugares donde tenían tiendas clásicas. Con esta nueva ley, el impuesto se eleva a prácticamente todo los supuestos de venta.
La medida ha contado durante todo este tiempo con defensores y detractores. Por un lado, los seguidores del nuevo impuesto consideran que los vendedores no han cumplido las leyes y que esta normativa les ayudará a hacerlo. Además, aseguran que no afectará a los 45 estados porque dependerá de la posición de cada comercio y la decisión del estado.
No obstante, los detractores no ven la ley con tan buenos ojos. Estos consideran que es una nueva forma de limitar las ventas por Internet. «Esta medida va en el camino contrario. Es un error que impedirá el crecimiento emprendedor en Internet», explica Ted Cruz, republicano de Texas.
Así, el nuevo impuesto sobre ventas por Internet ya está impuesto en Estados Unidos. Ahora tendremos que ver la evolución de los retailers y como afectará esto al comercio electrónico internacional. Tampoco nos podemos olvidar del efecto replicatorio que puede tener esta ley en otros países, como España.
Hasta entonces, ¿Qué os parece la ley estadounidense? ¿Va en contra de los vendedores on-line?