Una de las cuestiones que provoca más rechazo hacía Windows 8 es el cambio de interfaz. Muchos usuarios ven con recelo el nuevo Modern IU porque tiene una concepción totalmente distinta a la costumbrada en la de Microsoft. Precisamente por ello, Julie Larson-Green, directora de desarrollo de producto de Windows 8 ha salido a la palestra:
«De 2 días a 2 semanas para Windows 8, igual que para Office».
Este es el tiempo que, la responsable hace falta para adaptarse totalmente al nuevo sistema operativo de Microsoft. Larson-Green aseguró en una entrevista para MIT Technology Review que los usuarios no han tenido demasiados problemas para habituarse al software. «Lo peor es la presión mediática».
Si los usuarios se ponen delante de Windows 8 un minuto, sus respuestas, según Larsón-Green pueden ser dos:
- Una perspectiva de productividad empresarial
- Una visión de consumidor fuera de contexto
Quizás por ello, los dos grandes focos de Windows 8 es la mejora de productividad y un acceso directo hacia el ocio y consumo. Pero ¿lo ha logrado Microsoft con Windows 8? Julie Larson-Green responde:
«Algunos usuarios que prueban el sistema durante poco tiempo puede que no vean sus virtudes. Sin embargo, la impresión mejora si están más de 20 minutos. El gran problema es el cambio, la dificultad de moverse porque desafortunadamente se quedan con lo que escuchan en los medios. Este será nuestro reto mayoritario».
La era de la tecnología táctil
Pese a todo, el cambio de interfaz radical también ha supuesto un cambio en la era PC. De hecho, Windows 8 prima a las pantallas táctiles y los modelos con esta tecnología ya sean portátiles, tablets o sobremesa. A este respecto, la responsable comenta:
«Es una forma natural de interactuar. Si cogemos un portátil con pantalla táctil, nuestro cerebro conectará y comenzará a tocar e ir más rápido. Si usáramos el ratón o teclado, veríamos como nuestros movimientos no son tan rápidos».
Entonces, ¿el futuro pasa por todos los dispositivos táctiles? Aunque algunos seguirán sin utilizar esta tecnología, la gran mayoría de los ordenadores del futuro con Windows tendrán una pantalla táctil. «No me imagino una experiencia sin tocar. Ya no», concluye la directiva de Microsoft.