La integración del nuevo SoC (System on a Chip) que llegará con Haswell permitirá a los fabricantes ahorrar más espacio en el chasis de los nuevos Ultrabook, creando equipos más ligeros y con más espacio para baterías. Además, se estima que el consumo de los nuevos micros en reposo será 20 veces menor a las cifras actuales, disparando las cifras de autonomía real.
Además, Intel espera un nuevo remonte en las ventas a partir del mes de agosto, gracias al incremento en la demanda que provocará “la vuelta al cole”. Pronostican que veremos pantallas de diagonales más grandes (13, 14 y 15 pulgadas), que ofrecerán más opciones a los consumidores.