Según los datos recogido en el informe, el 63% de los encuestados elige una tienda on-line en base a una experiencia anterior, el 50% utiliza los motores de búsqueda tipo Google y le 42% se fija en las páginas que comparan precios. A partir de ahí, los porcentajes bajan al 40% que introduce directamente la URL, el 39% que reconoce una marca o el 27% que se base en recomendaciones.
De esta forma, los consumidores europeos que compran en Internet se fijan mucho en los sellos de confianza. Quizás la imagen de inseguridad de Internet ha motivado esta búsqueda de confianza en lugares conocidos por los internautas.