Aunque el fallo de diseño e implementación de la solución le va a costar caro a Intel, los principales fabricantes mundiales ya se preparan para retirar del mercado los ordenadores afectados por el error del chipset destinado a soportar la nueva plataforma de procesamiento Sandy Bridge de Intel.
‘Hasta el mejor escribiente comete un borrón’ reza el refrán popular y el gigante del chip no está exento de ellos, como ninguno de los grandes fabricantes de semiconductores. Conviene valorar además, el puntual y voluntario anuncio de la compañía reconociendo el defecto de diseño, la implementación de la solución y la responsabilidad de los costes asociados.
Eso sí, Intel no se libra del gran coste de imagen y por descontado económico que este error va a suponer. Son varios los análisis que estiman que el coste oficial para la corrección del fallo en el chipset serie 6 ‘Cougar Point’ diseñado para soportar la familia de microprocesadores Sandy Bridge se va a disparar sobre los 700 millones de dólares previstos, amén del recorte de pronóstico de ingresos en 300 millones de dólares y reducción del margen bruto en unos 4 puntos porcentuales en el trimestre anunciados.
Además se paraliza el lanzamiento de los más de 500 modelos de ordenadores portátiles y de sobremesa previstos, algunos de ellos ya en manos de consumidores, otros más en el canal mayorista y la mayoría en las plantas de producción. A este respecto, las principales compañías mundiales se preparan para su reemplazo y algunas como Toshiba anuncian retirada de modelos y reembolso completo de su coste.
En el caso de la compañía japonesa el problema afecta a una cuarentena de modelos portátiles de la serie Satellite, Portege y Qosmio. En cuanto a Samsung lista seis modelos comercializados en Corea y Estados Unidos ofreciendo reembolso completo.
Por su parte, Lenovo o Fujitsu indican próximo anuncio oficial tras investigación interna y lo mismo otras compañías como NEC, HP y Dell. Se espera también anuncio de otras como Apple que como todos los demás retrasará el lanzamiento de nuevas series como la esperada renovación de la gama de portátiles MacBook pro. También de fabricantes de placas base como ASUS, MSI o Gigabyte que ya tenían modelos con Sandy Bridge en el mercado aunque se desconoce el número de unidades.
En definitiva, un problemón grave que llega en mal momento ya que Intel afronta una ralentización en la venta de ordenadores personales, con algunos segmentos canibalizados por los Tablet PC y ante el auge de los smartphones. Intel pierde imagen, pierde el tirón inicial de su plataforma más ambiciosa para 2011, pierde tiempo y recursos en solucionar el defecto y asume un coste económico importante que veremos hasta donde llega.
Además, su rival AMD, podría aprovechar la paralización de venta de procesadores Sandy Bridge, para impulsar sus APUs Fusion, (especialmente en la gama baja), una solución de procesamiento de bajo consumo con soporte de gráficos y vídeos avanzados que lleva vendidas un millón de unidades en las pocas semanas que está en el mercado.