Las populares tarjetas de socios es una las técnicas de fidelización que se pueden utilizar para que los clientes repitan la experiencia. De hecho, es una de las estrategias más extendidas porque los consumidores la aceptan sin demasiados problemas.
Las tarjetas de fidelización de clientes no son precisamente nuevas y después de muchos años entre nosotros han pasado a ser una commodity apreciada por los consumidores. Gracias a ellas, los empresarios pueden conocer mejor el perfil de sus clientes, sus hábitos de compra, sus gustos…y planificar acciones de marketing en consecuencia, como por ejemplo dar acceso a promociones especiales, regalos, bonificaciones, etc. Como todo, las tarjetas de fidelización son un auténtico «mundo por descubrir» y tal y como leemos en la publicación especializada tarjetasfidelización.net, sus principales ventajas son:
1. Conocer quiénes son nuestros clientes y el volumen de sus compras, y sus datos identificativos (nombre, dirección, edad, móvil, email, preferencias personales).
2. Crear marca y valor para los clientes.
3. Ofrecer a los establecimientos una herramienta común para incentivar a los clientes.
4. Fomentar la colaboración entre los distintos comercios participantes.
5. Tener estadísticas sobre compras realizadas y numero de visitas, etc.
6. Contrastar el éxito de las diferentes promociones puestas en marcha.
7. Conocer la zona de influencia de las tiendas.
8. Realizar ofertas a grupos diferenciados de clientes.
9. Poder efectuar mailings personalizados con ofertas especificas.
10. Responder rápidamente a las acciones de la competencia o las circunstancias del mercado, sin bajar precios ni margen bruto.
Como hemos comentado, en principio todo son ventajas pero a pesar de esto, no parece que los comercios o tiendas pequeñas estén realmente interesadas en adoptar este tipo de sistema para fidelizar a sus clientes. De hecho, únicamente las grandes empresas y las franquicias promocionan de forma activa la tarjeta de fidelización y, en algunos casos, grupos de pequeñas empresas locales se animan…esto nos lleva a plantarnos a que quizás exista un problema de fondo que impida la popularización de este sistema entre las empresas pequeñas. De ser este el caso, ¿cuáles podrían ser los motivos o las barreras para la puesta en marcha de este sistema?
Principales problemas
1. Alto coste de arranque Solo la puesta en marcha de un sistema de estas caracteristicas suponía hasta ahora una inversión importante, tanto en tiempo como en dinero.
2. Gran carga tecnológica. Equipos de desarrollo de software propios, soporte técnico, servidores y sistemas 24×7 propios, proyectos de larga duración, programación de terminales, etc.
3. Altos costes de implantación. Terminales físicos (TPV), Hardware, Instalación, emisión de tarjetas, distribución, sistemas de comunicaciones dedicados ( X-25 o similares ), etc.
4. Alto coste de mantenimiento. Soporte técnico y de sistemas, lineas de comunicaciones, mantenimiento de terminales y hardware, atención al cliente, emisión de tarjetas etc, departamentos de marketing, agencias de publicidad.
En este sentido, los expertos calculan que hasta hace unos años, la rentabilidad de un programa de estas características se situaba por encima de las 250.000 tarjetas emitidas, una cifra que no nos engañemos, no está al alcance de la inmensa mayoría de las pymes. Afortunadamente, la tecnología ha evolucionado a un ritmo vertiginoso en los últimos años y los costes de adquisición y mantenimiento de este tipo de soluciones han descendido de forma dramática.
Tanto, que actualmente en el mercado pueden adquirirse soluciones de fidelización de cliente «llave en mano» (tarjetas, lector y software) por menos de 600 euros, por lo que cualquier comercio interesado puede comenzar a dar sus primeros pasos sin poner en jaque su cuenta de resultados.