La firma TRENDFOCUS ha publicado un interesante análisis en el que confirman que el mercado SSD seguirá convulso hasta 2018, ya que los precios no dejarán de subir debido a la falta de suministro de memorias NAND Flash.
En su informe podemos ver que el mercado SSD ha registrado una subida de precios que llega en algunos casos al 36%, una realidad que se ha dejado notar claramente en el precio de todos y cada uno de los modelos que se comercializan actualmente.
Sin embargo lo más curioso es que ese incremento de precios no ha afectado a la demanda, de hecho ha ocurrido todo lo contrario ya que los suministros de unidades SSD se han incrementado y su popularidad continúa siendo muy muy elevada.
¿Es posible señalar a algún «culpable»?
Si queremos buscar una explicación a todo esto tenemos que poner la mirada directamente en el sector smartphone, ya que debido al enorme crecimiento que ha experimentado el mismo se ha producido una mayor demanda de memoria NAND Flash.
¿Y por qué no se fabrican más chips? Se está haciendo, pero de una forma que ha acabado pasando factura al mercado de la memoria RAM. Ante la baja rentabilidad que tenía la DRAM muchos decidieron reconvertir fábricas para sacar chips de memoria NAND Flash, y las consecuencias no han sido nada positivas.
Con esa medida los precios de los SSDs han seguido subiendo y encima se ha producido también una bajada de suministro de chips de DRAM que ha elevado el precio de ésta última.
Esta situación podría acabar ralentizando la adopción de unidades SSD en equipos de menor coste, aunque en teoría tendrá un mayor impacto en las unidades PCI-E de alto rendimiento.
Iremos viendo cómo va evolucionando este tema, pero las perspectivas no son buenas y distan mucho de aquellas que aseguraban que el mercado SSD se iba a recuperar a mediados de este mismo año.