Dell ha discontinuado su tablet con arquitectura ARM, XPS 10, dejando sólo a Microsoft en la comercialización del sistema Windows RT que ni ha gustado a los socios OEM ni ha calado en los consumidores.
Samsung, Toshiba o HP, hace tiempo que cancelaron cualquier producto con Windows RT e incluso otro de los grandes socios de Microsoft, Acer, además de no entrar en el sector, criticó con fuerza a Microsoft por entrar en el terreno del hardware propio con Surface.
A pesar de reducir el precio del XPS 10 a la mitad, el modelo sigue sin venderse y Dell ha sido el último en salir de este mercado. Como el resto, se dedicará a los modelos x86 con Windows 8.1.
Atrás queda la aventura de Windows RT. Una ruina para fabricantes y para el mismo Microsoft con las Surface RT dejando seis millones de unidades en stock y 900 millones de cargo corporativo, y dicen, hasta la gota que ha colmado el vaso para sustituir a Steve Ballmer.
Los modelos con Windows RT no han sido entendidos por el consumidor que pensaban podrían ejecutar las aplicaciones Windows (x86) de toda la vida. Un precio por encima de sus homólogos con Android y poco competitivo con los iPad de Apple, ha sido la puntilla.
Los socios de Microsoft apuestan claramente por los modelos x86 con procesador Intel y Windows 8.1. Como estará el tema que incluso Microsoft ha renunciado al nombre de RT en su Surface 2. Quizá sea peor porque confundirá aún más al consumidor y los problemas del sistema operativo se van a mantener. Su precio poco económico a pesar de sus grandes mejoras no va a ayudar en nada.
Modelos como el Toshiba Encore son los que necesita el mercado, Microsoft y sus socios.
